De la mano de Huerga&Fierro ve la luz mi séptimo libro, que será presentado en Zargoza el próximo 22 de mayo. Se trata de una biografía en la que he querido realzar las cualidades de la protagonista por encima de una mera descripción superficial de su tránsito por la vida. Por ello, para llegar al fondo de lo que María Rosario ha sido y representa, he primado la presencia de aquellos detalles que mejor ilustran su sentido de la existencia.
María Rosario de Parada es una de esas personas escogidas, cuya trayectoria vital nos ha dejado una huella profunda, si bien su extrema sencillez y escaso afán de protagonismo han impedido una mayor divulgación del inmenso legado que nos ha brindado su hacer literario. María Rosario recibió una educación tan esmerada como fructífera, en consonancia con su privilegiada cuna: “Nunca conocí el suspenso…” —afirmaba a menudo esta voluntariosa estudiante que tornó a las aulas para alcanzar la licenciatura en Ciencias de la Información cuando ya era abuela.
Lectora y viajera impenitente, fue testigo de graves sucesos que han marcado la historia de dos países, España y Argentina, cuyas vicisitudes nos ha trasladado en magníficos relatos donde, más allá del fondo histórico, la autora nos revela el lado más humano de unos personajes cuya realidad trasciende el restringido marco de la crónica. Son, sin embargo, sus virtudes humanas, que corren en paralelismo con su brillantez literaria, lo que nos suscita una sincera admiración, tanto por mostrar un talante democrático sin fisuras como por su excepcional empatía, siempre presta a restañar las heridas de las personas más vulnerables y a suavizar el peso de la vida a cuantos han tenido la suerte de conocerla.
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