sábado, 5 de mayo de 2012

Geolodía

Somos los aragoneses escasamente proclives a pregonar nuestros logros, por más que en nuestra tierra han visto la luz interesantísimas iniciativas. Una de ellas nació orientada a promover un mejor conocimiento de nuestro entorno y, en concreto, de sus peculiaridades geológicas, mediante excursiones guiadas por expertos y abiertas a todos los públicos. Este proyecto, los Geolodías, instaurado por el Instituto de Estudios Turolenses en 2005, ha sido secundado en todo el territorio nacional y, por lo que respecta a Aragón, se celebrará pasado mañana 6 de mayo en Ordesa, en el Moncayo y en el yacimiento paleontológico de la Puebla de Valverde.

Resulta obvio que vivimos de espaldas al medio ambiente, que nuestras inquietudes ecológicas son muy restringidas, aun a pesar de su relevancia vital. Y, de todas las facetas de la interrelación con la naturaleza, lo afín con la geología se enmarca en el último peldaño de nuestro interés, pese a que Aragón constituye un escenario de primer orden, tanto por riqueza como por diversidad.

Conocer más y mejor el suelo que pisamos, que nos sostiene, tanto en un sentido estricto como en la más amplia y profunda acepción de la palabra, ha de conducir a un mayor respeto por el mundo que nos rodea. Tal vez así aprendamos a vivir en armonía con un planeta desgastado, consumido y enfermo por el efecto de la sobreexplotación humana. De forma intuitiva, tendemos a considerar la tierra, el suelo y las rocas, como algo inerte, pero esto ni siquiera es cierto cuando medimos el tiempo a escala del hombre, por más que los cambios resulten difíciles de apreciar aun cuando de tarde en tarde se manifiesten con espectacularidad.

Nuestra supervivencia perdura en delicado equilibrio bajo el influjo de tremendas fuerzas, que los Geolodías quieren revelarnos. Por ello, este domingo la ecología no se vestirá de verde, sino del color de la tierra.

Publicado en El Periódico de Aragón, el viernes 4 de mayo de 2012


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